Me decepcionó la sesión de ayer. Esperaba más de la chirigota de Cárdenas-Peñalver (llevo esperando más desde ni me acuerdo). Preciosa la música del pasodoble de Barranco, sobre todo los primeros compases, pero las letras, sin ser malas, no han brillado a la altura de la música. Y, sin que sirva de precedente, no han sido malos los cuplés como nos venían acostumbrando. El resto, aburrido. Mención especial al tipo, que es de chirigota de babuchazo.
De ahí, a despedirlos con gritos de chirigota, chirigota, hay un mundo. Con el cambio de sistema en la adquisición de entradas, hemos pasado de que la gente despida en pie a todas las agrupaciones, a que lo hagan solamente a las de aquí. Imagino que eso es lo que se buscaba por parte de los autores de Cádiz.
Sobre la chirigota del canijo. A ver qué digo... Pues que me aburre. Sin dejar de reconocer el talento, la imaginación y el trabajo tremendo de Antonio, utilizar los juegos semánticos no sólo como un recurso puntual, y basar en ellos toda la chirigota (quizá sería mejor decir todas sus chirigotas), me aburre como una ostra. Ya el año pasado comentaban otros chuflas este tema y debo darles toda la razón. Es siempre más de lo mismo. Bonitos pasodobles (para mí, el fuerte de Antonio) y un muy buen segundo cuplé en el que evitó el recurso ya comentado y apuntó, por fin, algún concepto con gracia por sí mismo como la imagen del Mercedes 500 con una pegatina de "Te quiero Chari"... ese es el camino, en mi opinión. La lastima es que terminase con, de nuevo, el recurso de la polisemia. Ainss... qué pesao. Me acuerdo ahora de un cuplé de Juan Carlos Aragón, aquel de Las ruinas romanas que decía "Si en el mundo no hubiera...". Efectivamente, sin desgracias, sin guerras, sin matanzas, sin venganzas... poquitos pasodobles iba a escribir Quiñones; pues que Antonio dé gracias a Dios de que nuestro idioma tiene miles de palabras polisémicas, porque si no llega a ser así iba a tenerlo complicado para hacer una chirigota.
La verdad sea dicha es que ayer, enfrentarme a estas dos chirigotas después de estar en el ensayo de la chirigota del Selu, que es justamente el concepto contrario a lo que estas dos chirigotas representan, hizo aún más patente en mí que las comparaciones son odiosas. "Viva la Pepi", otro estereotipo brillante de los que nos tiene acostumbrados el Selu te hace reír desde el propio concepto del tipo, de la situación; es el triunfo del humor de lo cotidiano. Pero esta forma de hacer humor, como la del Selu, el Libi o el Gómez, se tiene o no se tiene, pero no se aprende.
La verdad sea dicha es que ayer, enfrentarme a estas dos chirigotas después de estar en el ensayo de la chirigota del Selu, que es justamente el concepto contrario a lo que estas dos chirigotas representan, hizo aún más patente en mí que las comparaciones son odiosas. "Viva la Pepi", otro estereotipo brillante de los que nos tiene acostumbrados el Selu te hace reír desde el propio concepto del tipo, de la situación; es el triunfo del humor de lo cotidiano. Pero esta forma de hacer humor, como la del Selu, el Libi o el Gómez, se tiene o no se tiene, pero no se aprende.
El maestro Miguel Gila era el paradigma de cómo se puede hacer humor sin otros recursos que utilizar exclusivamente conceptos que arranquen la risa por su absurdidad, su ingenuidad, su ternura, su surrealismo e incluso la crueldad cuando ésta se encuentra fuera de contexto, como en el siguiente ejemplo:
(De soldado)
- Y no es porque no me merezca yo las medallas, porque mato yo... jooo, no es por chulearme pero... ¡cómo mato!
- ¿Está el Selu? Que se ponga.
Por Dios, que se ponga.
Ya lo dijo Woody Allen: Comedia es Drama + Tiempo.
ResponderEliminarLarga vida al Selu...
Acertadísima mención.
ResponderEliminarGaditanos con todo el respeto del mundo... No comparéis el talento extraordinario de genios como Gila con los autores de vuestro concurso no profesionalizado.
ResponderEliminarEso sí, tengo que decir que los Morancos siempre me han hablado muy bien de este chico. Así que escucharé con mucha atención su chirigota.
Dios me libre compararlos, malagueña; cuando me refería a que Gila era el paradigma, no lo hacía con la acepción de "ejemplo", sino más bien la de "ejemplar".
ResponderEliminarejemplar.
(Del lat. exemplar, -āris).
1. adj. Que da buen ejemplo y, como tal, es digno de ser propuesto como modelo. Vida ejemplar.
2. m. Original, prototipo, norma representativa.
A Gila que no me lo toquen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa Pepi dará un golpe en las tablas con el palo de la escoba pa poner las cosas en su sitio. Con las pamplina y los plagio ya, joé. ¿Y lo del presentador...?, valiente chufla. En fin, que como en la calle ni hablar. Abrazos a todos.
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